Por último, al otro lado de la sierra de Herrera, escondida entre olivos y grnades alcornoques nos encontramos con
la Ermita de Nuestra Señora de Consolación.
Se dice que está ubicada en ese lugar porque fue ahí donde se le apareció
a un campesino de la localidad.
Para terminar el juego solo tienes que buscar el único elemento que, con su sonido, puede interrumpir la calma del campo extremeño.